Tengo un hermano de armas, con el cual no cabalgo todo lo que yo quisiera.
Yo pararía el tiempo,
para que cuando lo pusiese en marcha, comenzáramos de nuevo nuestra vida
juntos.
Nos haríamos
caballeros andantes, para facilitarle el camino a todas las personas, que como
nosotros eligieron un camino recto y justo.
Trataríamos por todos
los medios, el versificar nuestras vidas con rimas asonantes, que nos hicieran
deleitarnos con los placeres de la vida.
Borraríamos el humo y
el carbón de nuestro entorno, para hacer que el aire fuese más puro y
respirable, tacharíamos las impurezas de la faz de la tierra, para que el agua
pudiese beberse aunque fuese en una charca estancada.
Trazaríamos líneas
rectas, para formar nuestros campos de labor, aprenderíamos a delinear, para
dibujar nuestros valles, experimentaríamos con las acuarelas, para pintar los
colores de nuestras flores.
Nos haríamos
constructores, para erigir nuestros castillos, y crearíamos con nuestras manos,
un mundo más acorde a nuestra sensibilidad y a la de todas las personas dignas
de merecerlo.
Qué bueno seria, que
después de mejorar este mundo, mi hermano y yo nos deleitásemos con una buena
copa de vino, a la sombra de una encina milenaria, instalada en el centro de un
mar de trigo.
Usaríamos nuestros
Pegasos alados, para sobrevolar este mundo de fantasía, donde los relojes
estarían parados de necesidad y donde la niebla seria de cristal.
Qué bonito sería
volver a empezar contigo, aunque fuese en este mundo nefasto y falto de piedad.
Fdo: Nadavepo.
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